Ás veces, salto a Comarca enteira sen case ter lidos os títulos, pero o certo é que a desta semana paréceme abondo interesante, polo que collo a continuación tres recortes da mesma. Un, respecto ós ruídos, sinxelamente por darlle máis amplificación, a pesares de que non se lle coñece o autor e é algo co que non estou de acordo. Outro, sobre o Castro das Grobas, ofrecendo nha visión algo diferente, pero con moitos puntos de conexión coa que eu manteño. O terceiro, con datos sobre a ría de Ribadeo e o seu nome. Dous deles están en castelán na Comarca, e así os deixo.
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Carta abierta al presidente de la asociación de vecinos de Ribadeo
Quiero poner en su conocimiento la situación que nos vemos abocados a sufrir los residentes de la calle Villalba con el fin de que, si lo considera oportuno, lo traslade a quien corresponda, aunque le adelanto que tanto el alcalde actual, como el anterior y el anterior a éste están de vuelta de todo lo que ocurre y les importa un higo.
Pues bien, la mencionada calle todos los fines de semana, cuando menos, se transforma, a partir de las once de la noche y durante doce horas, en una Cañada Real, en la que la trashumancia es variopinta, con ejemplares del más diverso pelaje y edad. Estos elementos/as rebuznan, mugen, relinchan y bajan a dúo, trío o coral, algunas veces animados por un cafre con un megáfono en ristre, produciendo un rugido de fondo que no hay sonómetro capaz de medirlo. Sobre este retumbo, y con el mismo horario suena permanentemente música tecno a un volumen comparable al de un terremoto de intensidad 7,5 en la Escala Ritcher procedente de uno, dos, tres... locales de definición difícil ubicados en la acera de la izquierda, dirección San Roque-Avenida de Galicia.
A las cinco de la mañana y sólo los fines de semana aparece el camión que abastece al establecimiento situado frente de los mentados locales, ocupando media calle a lo ancho y a lo largo, impidiendo el paso de otros vehículos, lo que hace que entre los conductores intercambien hermosas frases referidas a las familias (especialmente a las madres) en un tono que para sí quisiera don Plácido Domingo. Cuando se abren las puertas traseras y desciende la plataforma es igual que el frenazo del AVE. Ignoro la razón por la que las jaulas que transportan la mercancía tienen unas ruedas metálicas que sobre la acera van sonando como un martillo en el yunque. La salida del vehículo es como el despegue del Concorde.
Durante toda la noche, los señores Alonso, Hamilton y Raikkonen (estoy segura de que son ellos de riguroso incógnito) entrenan para su próxima carrera en Japón con el aparato de radio sonando a una potencia tal, que se puede oír por encima del rugido de sus motores.
A las seis la recogida de los contenedores de basura (¡para qué les voy a hablar de esto!), a continuación la manga riega que aquí no llega... Le aseguro señor presidente que ni con todo el algodón de Alabama metido en sus oídos y sellados por una cantidad de cera equivalente a los ex votos de la Virgen de Vilaselán (por cierto ¿donde están?) es usted capaz de pegar ojo durante los fines de semana en mi calle.
¿Qué podemos hacer? Lo del bazoca ya lo había pensado, pero me asusta el retroceso.
A.S.
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O castro das Grobas - Pancho Campos
Moitos pobos de Galicia que poderían ter un boa fonte de ingresos poñendo en marcha o seu potencial cultural provinte do Patrimonio Histórico, viven gracias a emigración dos seus veciños. Esta situación de atraso cultural de Galicia, vívese a cotío, en prácticamente todos os concellos, sempre debido o escaso presuposto que se inviste para consolidar, difundir e dar impulso de valor social ó apartado de Patrimonio Histórico, que a propia Constitución establece para ser gozado pola sociedade.
Mentres que noutras zonas da península teñen información comprobada dos pobos celtas enterrados nas necrópoles ou "campos de urnas", de Cataluña e no baixo Aragón, na praia dos Castras de Ribadeo, enterrouse baixo o formigón das zapatas de cimentación dun "chalet" as tumbas celtas, sen coñecer procedencia, establecemento, nin nada. Pouco importou por aquel entón, que na revista "Teima" se denunciase o caso, incluso mostrando a barbarie da desfeita con fotos realizadas polo noso ben recordado e entrañable veciño Suso Peña.
Mentres as esculturas zoomorfas ou de animais, tales como os verracos de Palencia, Burgos, Asturias ou Santander, están perfectamente estudadas, no museo de Lugo consérvase a figura de un castrón de ouro, atopado no Castro das Grobas de Villaselán, que non hai quen saiba, nin si é etrusco, tarteso, celta ou de que procedencia. O campo de estudios académicos está prácticamente virxe no referente os nosos xacementos arqueolóxicos, unha vella débeda pendente en toda Galicia, que por arte de birlibirloque está perdendo a procedencia da Diadema de Ribadeo, os canóns dos pecios das fragatas da Ría de Ribadeo desaparecen ó igual que as pezas de azul cobalto de cacharros de cerámica e ánforas que se atopaban no fondo.
No caso do Castro das Grobas, os seus catro fosos que lle dan o nome, teñen a concavidade cara o Norte, dando sensación de haber sido fortaleza, comunicada con un ponte co a illa Insua. Pero para deixarse de elucubrar datos
alleos a un estudio teórico-científico, deberíase empezar polo menos, creemos nos, facendo unha foto con infrarroxos, ultravioleta, radiografía ultrasónica ou calquera outra técnica adecuada, para saber sen tocarlle. Do asentamento e distribución das súas vivendas, e con un posterior estudio de catas de muestreo, saber do seu valor arqueolóxico, como se fixo no xacemento de Louselas, que como xa se sabe polos seus restos líticos de lascas e utensilios, data de máis de 300.000 anos, si, así como sona, de trescentos mil anos, ou sexa, o asentamento humano mais antigo de toda Galicia.
Non cabe dúbida de que sería moi interesante sacar a luz estes xacementos arqueolóxicos para o progreso e asentamento das xentes da nosa bisbarra. Debemos de ter en conta, que mentres outros lugares da península progresan máis fácilmente por ser transitados a cotío por miles de persoas ó ser sitios de tránsito hacia Europa, tales como o País Vasco ou Cataluña, aquí, a Galicia hai que vir adrede, para disfrutar da nosa beleza natural, da cultura, da gastronomía, da tranquilidade, etc. Debemos estar sempre esforzándonos por ser un pobo atraente, por eso é máis difícil o noso progreso económico, e por eso tamén é un dos motivos da nosa masiva emigración nos malos tempos.
Sen máis, esperemos que se poida acceder a fondos de abondo para empezar o estudio e pagar dita foto aérea que debido o costo do avión e equipo que se precisa, temos noticia de que resulta bastante cara.
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La Ría de Ribadeo, Reserva de la Biosfera
Víctor Moro
El próximo 20 del actual, los gobiernos asturiano y gallego celebrarán un "gran acto institucional" para presentar la "Reserva de la Biosfera Oscos-Eo-Terras de Burón", de reciente declaración. El objetivo de este acto, presidido por los presidentes de las dos comunidades autónomas, es presentar en sociedad el significado de esta declaración que servirá para "impulsar la actividad económica de los 14 concejos incluidos en la reserva, así como su dinamización y proyección internacional".
Tan loables objetivos contrastan con la definición de estas reservas por la UNESCO como zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos, dignos de proteger para equilibrar su conservación natural con el progreso económico y alcanzar así un desarrollo sostenible. Es de advertir que el pretendido impulso de la actividad económica y su dinamización se circunscribe a preservar aspectos medioambientales, dignos de contemplar, pero no al desarrollo económico en sentido estricto, tales como nuevas infraestructuras, localizaciones industriales y comerciales o impulsos sectoriales de los recursos propios, tanto de producción como paisajísticos, etc. etc. No nos engañemos, de progreso económico, de inversiones dinamizadoras, nada de nada. Por este camino van a convertirnos en una verdadera "reserva" humana crepuscular, al modo comanche, en un parque temático donde la montera picona asturiana o la gallega de doble pico, que tanto pintó el asturiano Fierros, sean símbolo decadente de nuestra sociedad, enfrentada, engañada y enardecida por políticos irresponsables, al grito estentóreo, desde ambas margenes de la ría, del "¡Ei carballeira!" o ¡Puxa Asturias!, según la posición del vociferante.
El señor director general para la "Conservación da Natureza" que participó por la Xunta de Galicia en la negociación, aceptó para este nuevo espacio la denominación de "Río Eo, Oscos y Tierras de Burón", doblegándose nuevamente a la contumacia del gobierno del Principado de eliminar en la denominación genérica de la reserva cualquier referencia a la "RÍA DE RIBADEO", que siguen propugnando "ría del Eo" sin ningún fundamento legal ni histórico, hoy ya convertida en una cloaca por los vertidos urbanos de Ribadeo, Vegadeo, Castropol y Figueras, pues sin depuradora alguna es el espacio más degradado de la nueva reserva, amén de los arrastres de arena que la están cegando. El tráfico de cabotaje ya no llega a Vegadeo, los astilleros de Figueras padecen cada día mas dificultades en las botaduras y Mirasol, en Ribadeo, el único espacio hasta ahora accesible para buques de mediano porte, se encuentra amenazado por un tesón que avanza peligrosamente y reduce el campo de giro, hasta el punto de obligar a los buques en algunos casos a entrar de popa para así atracar en disposición de zarpar ante cualquier emergencia.
Las autoridades asturianas se han encastillado sobre el río Eo con el único objetivo de eliminar cualquier referencia a Ribadeo que siempre despreció estas minucias localistas. Así, entre la ineficacia municipal ribadense y la condescendencia de la Xunta ante sus correligionarios asturianos, estos hicieron bandera de la asturianía del río, olvidando que de los 819 kilómetros cuadrados de cuenca hidrográfica solamente 287 corresponden a Asturias y que además de nacer en Fonteo (Galicia) muere también en Porto (Galicia) y discurre en un 65 % por territorio gallego. Ya Madoz en su Diccionario de 1.849 dice refiriéndose al Eo: "al llegar al lugar y barca de Porto desemboca en la ría de Ribadeo". Y mucho antes el Licenciado Molina en su "Descripción del Reyno de Galicia (1.550)" versificaba ante el río: "Este que digo llamamos el Eo/Que toma en Galicia muy poco lugar/Porque muy pronto lo toma la mar/Allí en una RÍA QUE ESTÁ EN RIBADEO".
También los Institutos Geográfico Nacional e Hidrográfico de la Marina refieren la ría en sus planos y cartas como de Ribadeo, desde Porto al Cantábrico.
La introducción del río Eo como espacio genérico de esta reserva no es más que una argucia pueril, aldeana y localista, para eludir la referencia a la "RÍA DE RIBADEO" que es con quien en realidad limitan Vegadeo, Castropol, Figueras y Ribadeo y no con el río que muere en Porto, situación que el representante gallego de la Xunta, en débil condescendencia política, parece desconocer. Porque mantener la elucubración de que la ría la formó el río, o de que el río desemboca en el Cantábrico, carece del más mínimo fundamento geográfico o geológico. Se trata de delirios eoarios en la nostalgia madrileña, que sólo la contumacia irreflexiva y el oportunismo político mantienen.
El otro espacio de la reserva como 'Térras de Burón" corresponde al municipio de Fonsagrada que así recupera su antigua jurisdicción de Burón. Según Murguía este topónimo proviene de la voz celta "byren" (montaña), haciendo honor a esta tierra que en su rudeza noble e indómita describió elogiosamente Prudencio Canitrot. Por último los Oscos corresponden a un espacio perfectamente definido que, por analogía de referencia histórica, bien pudieran agruparse como "Terras de Ribadeo" pues como tales se conocían las que integraban el honor del castillo de Suarón antes del cambalache episcopal entre Mondoñedo y Oviedo. Así pues, si de recobrar la historia se tratara, esta reserva debiera denominarse de las "Terras de Ribadeo, Terras de Burón, Río Eo y RÍA DE RIBADEO", este último por ser el espacio natural de más urgente regeneración y sobre el cual gallegos y asturianos debieran aunar atención y esfuerzos pues, para vergüenza común, no existe ni una sola depuradora que trate los vertidos urbanos o industriales a la ría que además se va cegando por los arenales ante la indiferencia general.
La denominación de esta nueva reserva, obviando la referencia a la RÍA DE RIBADEO, pretende avanzar un paso más, dar una nueva vuelta de tuerca a la política expansionista del gobierno del Principado, fomentando diferencias que nunca existieron. Achacan a las fuerzas nacionalistas gallegas su afán de penetración en Asturias. Ven fantasmas por todas partes. Si en los territorios entre Ribadeo y Navia se habla popularmente un gallego dialectal es porque formaron un mismo territorio durante siglos y " A Fala" permanece. Pero si esta contaminación lingüística preocupa, inicien una campaña de exterminio a la que Ribadeo no se opondría ni tampoco la Xunta, en su compadreo habitual.
Las autoridades asturianas mantienen el error de negar el topónimo de ría de Ribadeo, que en ningún caso entraña propiedad, sustituyéndolo por ría del Eo, para lo que carecen de competencias, salvo las de adaptación a la lengua vernácula, que no es el caso. La modificación do un topónimo exige el cumplimiento de requisitos legales para su introducción en el Nomenclátor Geográfico Nacional, requisitos que no se han cumplido y que de plantearse contarán con la oposición de las organizaciones ciudadanas que se personarán ante la previsible inhibición del ineficaz Ayuntamiento ribadense y de la propia Xunta, a pesar de quo su Comisión de Toponimia emitió dictamen proponiendo 1) que la denominación histórica es "Ría de Ribadeo" y 2) que el Gobierno de la Xunta de Galicia inste en todos los estamentos estatales e internacionales competentes el mantenimiento exclusivo del topónimo histórico. Recientemente la Xunta Asesora de Toponimia del Principado de Asturias ha presentado un descabellado informe propugnando "ría del Eo", con tan débil arquitectura argumental y documental que eludo comentar. Urge recurrir al Registro Central de Cartografía y que ambas comisiones toponímicas contrasten sus respectivas y antagónicas opiniones para resolver definitivamente la cuestión.
Yo no sigo el día a día de la política asturiana y me ha sorprendido la sabatina intempestiva do Gregorio Morán en La Vanguardia de Barcelona, presentando un panorama social y político muy alojado de mi natural predisposición de simpatía hacia Asturias. No hago mías sus consideraciones sobro los partidos políticos asturianos ni sobre las "familias" que señorean el Principado, Tini Areces incluido, porque no me constan. Pero me sorprendió su advertencia de que "tienen unos políticos que se desviven de asturianía y unos ciudadanos atigrados a los que alimentan con mentiras, como a los animales esclavos". Bien está que desborden as-turianía, pero no advierto en los asturianos que frecuento actitud felina alguna. Ahora bien, por lo menos en lo que a Ribadeo y su ría se refiere, es preocupante la sarta de mentiras con las que los políticos alimentan la opinión del occidente astur, creando un clima de enfrentamiento que nunca hasta ahora existió.
El Consejo Económico y Social de Asturias acaba de presentar un informe del que recojo las siguientes perlas: "Es necesario que el Occidente asturiano neutralice la influencia de Ribadeo en esta comarca". "Debe potenciarse una localidad en Occidente -sugiero Tinilandia en honor del Presidente astur- que neutralice la desventaja existente con Galicia". "La situación al este del Eo -debieran decir de la ría de Ribadeo porque el Eo concluye en Porto- es de debilidad frente a la Mariña y en ello tiene que ver, en buena medida, la presencia de Ribadeo". "Son evidentes las pretensiones anexionistas del nacionalismo gallego a través de la influencia cultural en la comarca Eo-Navia, TVG incluida". "La Academia Galega intenta extender su actividad sobre el mismo espacio en el que la Academia de la Llengua Asturiana protege el uso del habla del Occidente astur como variante del asturiano"...
¡Pobre Ribadeo¡ Abandonado por los gobiernos gallegos, desde Fraga a Touriño, en manos de corporaciones municipales que han aceptado inanes como se perdía el rango marítimo con su Comandancia; el Juzgado de Instrucción y el Partido Judicial; la Comandancia de Carabineros y recientemente el Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil; no reconocido su nivel sanitario antes con dos centros privados de primer nivel, hoy sustituidos por un Centro oficial de rango inferior, con frecuencia carente de especialidades y servicios fundamentales; perdida su actividad marítimo-pesquera; sin idealizaciones industriales creadoras de empleo; abandonado el ferrocarril minero a Villaodrid que en su recorrido a orillas del Eo pudiera ser un atractivo turístico tan importante como la playa de Las Catedrales; asfixiado por un urbanismo especulador que ha destruido la villa en manos de corporaciones cómplices que no han sabido ordenar adecuadamente el territorio; yugulada su Mariña por la autovía cantábrica que además conlleva la ampliación del puente sobre la ría, nuevamente sacrificada; y también perdida su identidad cultural otrora de reconocida importancia, solo le queda su condición de enclave comercial y de servicios, con centros lúdicos que atraen a toda la zona. Pero esto se debe a la iniciativa privada y nunca a la oficial o política, que reiteradamente viene dando la espalda a las aspiraciones de progreso de la comarca.
Después de tantas amputaciones, lo único que ahora nos faltaba era culparnos del atraso del Occidente astur. A Veiga ha perdido su importancia ferial y mercantil por culpa de Ribadeo; Castropol se mantiene absorto contemplando la ría desde su bello promontorio, sin progreso aparente, por la presión de Ribadeo. As Figueiras cabalgan sobre la ladera en caserío escalonado que reverbera al sol del atardecer, mientras los arenales cada día dificultan más su milagroso astillero, también por culpa de Ribadeo...
En la primera ocasión que escribí sobre la ría pedía sensatez entre las partes y sobre todo a los políticos que tratan de eludir sus responsabilidades traspasándolas impersonalmente a las colectividades que las sufren. Las consideraciones anteriores del Consejo Económico y Social de Asturias debieran conducir a reflexión común por su falacia e insensatez. El Gobierno del Principado sigue tercamente empeñado en acuñar el topónimo de "ría del Eo" y no me sorprendería que en ocasión del acto de presentación formal de la nueva reserva en Vegadeo traten de introducir en la documentación el término "ría del Eo" que la Xunta no puede ni debe aceptar por improcedente, siguiendo así el dictamen de su propia Comisión Asesora de Toponimia. Tampoco referencias como "ría del Eo" a la Xunqueira de Reme y Fondón de la ría, que son gallegos, donde invernan las aves dignas de protección. ¡Hasta las aves, no sólo las personas, vienen a Ribadeo a vivir y descansar! Nuestra Consellería de Medio Ambiente debe tener en cuenta lo incorrecto de aquella referencia al Eo en el Convenio de Ramsar, en la Red Natura del Ministerio de Medio Ambiente y también en la declaración de Zona Especial Protegida (ZEPA) y proceder a su rectificación, tomando la iniciativa que hasta ahora los diligentes asturianos desarrollaron vía Internet, que sigue soportando lo que le echen.
La representación de la Xunta en la gran cumbre veigueña, no puede aceptar la más mínima referencia a la "ría del Eo" en los textos y documentación que se circulen, porque tal ría no existe, pues de hacerlo atentarían contra el patrimonio inmaterial de Ribadeo, cual es su toponimia, que precisamente la UNESCO también propugna mantener y defender. Deben acudir a la cumbre para considerar políticas comunes en todos los ámbitos y en especial de regeneración medioambiental, para contemplar con visión global y única el deterioro de este territorio, para estudiar medidas conjuntas de progresó económico, pero no para actuar de teloneros a las aspiraciones incorrectas de sus correligionarios asturianos. Para eso es mejor que se queden en Santiago.
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