Fáigome eco dunha entrada de hoxe mesmo sobre o tema da desaparición de arte relixioso na comarca, no blog de José Mª Rodríguez. Copio e pego:
SOSPECHOSA DILACIÓN DE UNA INVESTIGACIÓN
Son muchas las dudas y preguntas que surgen en mucha gente de esta comarca, que se pregunta extrañada sobre la inexplicable lentitud con que se desarrollan las actuaciones de los responsables diocesanos del patrimonio artístico religioso diocesano, dirigidas a la recuperación de los objetos desaparecidos, robados quizás, de varios de los templos de esta comarca. Pasaron los días y las semanas desde que se tuvieron las primeras noticias de los hechos ocurridos en nuestros templos, primero en la parroquia de Sante, en Cedofeita después, siguiendo por A Devesa y otras, sin que nadie hasta ahora pusiera estos hechos en conocimiento de las fuerzas del orden, guardia civil y policía, o del propio juzgado, como siempre cumple hacer en estos casos. Una grave actitud de indolencia y pasividad que hace a muchos sospechar, y aun evidenciar, cierta actitud encubridora sobre estos hechos. Una tardanza en presentar la denuncia que pone en peligro el principal objetivo de los responsables del patrimonio, que tendría que estar dirigida, principalmente, a la recuperación de los objetos sustraídos mediante la acción de las fuerzas policiales.
Como consecuencia de esta incomprensible tardanza flotan en el aire preguntas, cuando no sospechas, que la gente de esta comarca se hace sobre esta falta de diligencia. Gente profundamente angustiada y alarmada por haberse sentido traicionada por alguien en quien confiaban, como lo demuestra el hecho de haberse agotado en los quioscos una famosa revista que recogía unas declaraciones del cura responsable de los templos afectados. Gente que se pregunta si hay, acaso, otras personas implicadas en este lamentable suceso que explique tanta tardanza en presentar una denuncia. ¿Se trata, quizás, de proteger a otras personas implicadas de alguna forma en este expolio? En la entrevista arriba citada el cura responsable de la custodia de estos objetos afirma que algún objeto fue depositado en un pazo de Mondoñedo. ¿Cómo pudo mandar a restaurar estos objetos a ese pazo, sin contar previamente con la debida autorización de los órganos competentes, tanto de patrimonio como del obispado? ¿Qué pretendía restaurar en la preciosa y perfectamente conservada cruz de plata sustraída del ajuar del templo de Cedofeita, de gran valor además sentimental para los feligreses, pues fue obsequio del emérito hijo de esta parroquia y cura de Santiago de Mondoñedo, D. José Mª Agrelo? ¿Le autorizaba, acaso, el cargo de administrador de estas parroquias a disponer del patrimonio a su gusto y antojo, sin contar con el permiso de los responsables de patrimonio diocesano y del conocimiento y la anuencia de los feligreses?
Estos lamentables acontecimientos nos llevan a preguntarnos sobre la protección y seguridad en la custodia de las obras de arte de nuestros templos y museos. Sorprendentemente, aparecía estos días una curiosa y sorprendente noticia en un diario digital de Canarias sobre la decoración de la fachada de una mansión, en la villa de Telde, en Canarias, con motivo de la procesión del Viernes Santo. Una mansión que ostentaba en sus ventanas unos “reporteros” (paños, generalmente cuadrados o a veces rectangulares, similares a los tapices, que representan emblemas heráldicos u otras iconografías) procedentes, según manifestaba el diario, “de un museo sacro de Galicia”. Este curioso hecho nos lleva a plantearnos algunas preguntas, como: ¿De quien es esa mansión? ¿Qué relación tienen sus propietarios con los museos de arte sacro de Galicia de donde procedían los citados “reporteros”? ¿Se refiere la noticia, acaso, al museo de Mondoñedo? ¿Existen actualmente en los fondos del Museo Catedralicio de Mondoñedo los dos “reposteros” depositados allí por su anterior director? Y si no es así, ¿en dónde se encuentran? ¿Siguieron, acaso, la misma ruta algunos de los objetos de arte que el cura responsable de estas parroquias afirma en la citada revista que llevó a un pazo de Mondoñedo? Y por fin, ¿de quién es ese pazo de Mondoñedo al que el mencionado cura confiesa que llevó ciertos objetos de las parroquias?
Éstas todas son preguntas que la gente se hace y que alguien tendría que contestar satisfactoriamente para aplacar las inquietudes y sospechas de los feligreses de las parroquias afectadas por estas sustracciones. Y, sobre todo, poner en manos de la justicia, sin dilación, la investigación de estos hechos para intentar aclararlos y evitar a tiempo la definitiva desaparición de estos objetos y obras de arte.
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