Descripción de las costas
Imaxe de José Cornide collida da Galipedia. |
En el año de 1790, Joseph Cornide, miembro de la Real Academia de la Historia y vecino de A Coruña, realiza la disertación crítica "Las Casitérides o Islas del estaño" dónde trata de probar que tales islas corresponden al reino de Galicia; disertación tan abundante como sobre la isla de San Borondón, felizmente situada en el archipiélago de Las Canarias.
Ese estaño que refieren tanto Aristóteles como Plinio y que tanto Tartesios como Cartagineses buscaban en sus singladuras, así, Hannon o Himilcon, navegan tras el metal y sus viajes serán objeto de la obra del Padre Mariana. Estamos ante la justificación de toda una documentación descriptiva de las costas que culmina en el Siglo de Oro, en tiempos del Rey Planeta, con la obra del gran cartógrafo Pedro Texeira.
Este insigne portugués- Lisboa 1595, Madrid 1662- pasó la década comprendida entre 1622 y 1634 componiendo un Atlas para el Rey de las Españas -Felipe IV- Habrá un antes y un después de la obra que apoyándose en cartografía anterior se hace realista, rigurosa e instrumental para la defensa de la costa, entre la profusión de datos y la sensibilidad artística, todo ello a mayor gloria del monarca más poderoso de Europa, o que simboliza el autor colocando España como centro del orbe, incluso describiendo aquellos treinta y dos vientos de nuestras costas.
La descripción que hace del Reino de Galicia, con sus catorce rías, dedica mapas detallados a la costa norte, la que comienza en Ribadeo con su castillo defendido por seis piezas de artillería, sigue hacia el poniente para referirse al rio Yspineira, las aldeas de San Cosme de Barrero y Santiago de Foz; más adelante el río Fozdouro, un lugar entre aldea, cabo y puertizuelo, denominado Burela.
Se para en la descripción de la villa de San Sebrián, al pie de una isla o península que sólo se junta con la tierra por una angosta garganta de arena en la que está fundada dicha villa. Son sus habitantes pescadores y su puerto no tiene más calado que el que admiten tales embarcaciones de pesquerías. Describe sus rompientes, temibles, con las tormentas. Luego se adentra en tierra con una larga playa de arena y el rio Lieiro. Desde aquí sigue la costa hacia el cabo de Molares. Junto a él está la isla de Lancarón; más adelante la mar forma el Portezuelo, con una peña próxima que llaman Roncadouro, para entrar en la ría de Viueiro con su puerto de Silleiro. Esta villa está cercada por una muralla con forma cuadrada con muy altas torres y cuatro puertas. A la entrada de la ría está la playa de Ganeira, más adelante la de Suegos; siguiendo la costa se llega a Vicedo, en plena ría de Varias, dónde se encuentra la isla de la Conegera, para llegar a un saliente de costa que recibe el nombre de La Estaca de Varies.
Lo que antecede se completa con otra magnífica e indispensable obra de consulta: La Cartografía de Galicia entre los siglos XVI y XIX de la colección Puertas-Mosquera, en que se recogen los impresos más antiguos conocidos, como el mapa Isolario de Benedetto Bordone disponible en 1528, las Cartas Naúticas de Waghenaer de 1584 y desde luego los mapas de Matellus en 1595 y Ojea en 1603.
Concluyo señalando que el amor a la madre tierra- Galicia- se demuestra indagando y viajando en una costa infinita desde levante al poniente del Fisterra. Y, es una buena noticia que la Diputación Provincial de Lugo siga contando con ese Mindoniense de Celeiro de Mariñanos -Antón Veiga- preocupado y ocupado con nuestra cultura y su divulgación a propios y extraños.
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