'Tu me has dado barro
y yo lo he convertido en oro'
Charles Baudelaire
La Diosa Fortuna de Madrid se llama Doña Manolita. Literal. Elena nació hace cinco meses justo cuando las colas en su templo de la calle del Carmen daban la vuelta a la manzana. Pero yo la llamo Manolita. Manolita, además, es nacida en Madrid como Manuela Malasaña. Aunque ella siempre reivindicará que es de Chamberí.
El último mes de Elena ha sido tan indescifrable para ella como para los demás. Ha venido a un mundo filosóficamente igualitario. Es una suerte. Con sus hermosos ojos azules y su mirada inocente no tiene carga ideológica ni política que le obligue a pensar en categorías cerradas. El mundo es para su generación. Durante los primeros meses de vida ha sido abrazada por sus padres, sus abuelos y una infinita colección de familiares y amigos que se han enamorado de ella. Ha sido para muchos el mejor regalo posible en estos tiempos amenazantes. Con sus vídeos y fotos nos desayunamos cada día religiosamente.
No sabes que va a ser de todo esto. Los demás tampoco, no te preocupes. Tu vas a tener la suerte de crecer durante un tiempo con la compañía constante de mamá y papá. Vas a formar parte de la generación más adorada de nuestra historia. Eso tiene sus peligros, también. Tendrás que levantar el cerrojo del amor insobornable. Serás educada en libertad. Seguramente viajarás por el mundo entero, especialmente por tierras antiguas y sufrientes. Eso educará tu sensibilidad y tu visión.
Crecerás confiando en tu pequeño mundo. Un pequeño mundo con ventanas a la vida global. Y el mundo no tendrá más remedio que confiar en ti. Es un buen arreglo. No sabemos que música te conmoverá. Ni que versos. Con cinco meses de vida estás aprendiendo a reconocer tus manos. En un mes la calle te presentará retos que te estimulen. Y este verano te bañaremos en Arnao.
Felicidades Manolita en tu estrenado quinto mes de vida. Será un Domingo de Gloria.
Hasta el lunes. Volveré y seremos millones. O eso decía Evita.
Ángel"
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