20211006

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ. José María Rodríguez Díaz (2007)

   José Mª neste entrada refírese ó programa electoral do PSOE para as eleccións de 2003. Nestes momentos non o teño dispoñible en internet, mais espero telo antes de que remate o ano en Ribadeando. O que si está xa en internet é o programa dese partido para 2007, as eleccións que estaban a facerse en poucos meses dende a publicación da entrada: programa psoe 2007 (1) e programa psoe 2007 (2). Do mesmo xeito, están as dos outros partidos desas eleccións 2007.

Lunes, 15 de enero de 2007

LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ

• Publicado por jmrd_ribadeo a las 16:37

En las elecciones pasadas pocos dudaban de la rectitud de intención del candidato del PSOE a la alcaldía de Ribadeo. Pocos dudaban de que no fuera a cumplir las solemnes promesas hechas en su programa y en su discurso de investidura. Por ello y por el esfuerzo que algunos pusieron en su campaña electoral, unido al desgaste sufrido por el equipo anterior en el gobierno, el PSOE remontó su nivel de estimación popular, pasando de dos concejales a cuatro. Pero aún quedaba muy lejos de alcanzar el tope que necesitaba para superar al PP y poder gobernar.

Pero eran tantas las ganas que el candidato tenía de alcanzar el poder que no dudó en pactar con el otro partido minoritario, el BNG, para formar mayoría entre los dos y suplantar al PP. Para ello, aceptó, sin dudarlo un momento, las condiciones que el BNG le imponía, aún a costa del pueblo, que tuvo que correr con los gastos de esta aventura de tener que pagar dos sueldos multimillonarios por hacer el mismo trabajo que hacía antes uno.

Pero una vez que el alcalde alcanzó el poder tan deseado, ¡Qué desgracia!, de repente perdió la memoria. Los compromisos que con el pueblo había adquirido, en su programa electoral y en su discurso de investidura, se evaporaron. Le pasó lo mismo que al actual presidente del Principado con sus promesas sobre el cambio de trazado de la autovía en el occidente de Asturias, que también perdió la memoria al alcanzar el poder. Y quien se moleste en volver a leer el programa del PSOE y el discurso de investidura del alcalde actual, podrá comprobar lo que digo.

Aquellas solemnes promesas de moderar los sueldos y dietas y los gastos corrientes, de impulsar la participación ciudadana en el gobierno, de recuperar para el concejo el cobro de los impuestos y otros servicios, desaparecieron de su memoria.

La construcción de viviendas sociales y más parques y zonas verdes, las pistas para los montes y la ampliación y mejora de las redes viarias, fue todo un montaje destinado a conquistar con esas promesas el voto de los incautos.

Sus cuatro objetivos urgentes que ya le había dejado el PP en herencia: el plan de urbanismo, el polígono industrial, la carretera de circunvalación y el juzgado, están lejos aún de verse convertidos en realidad, después de cuatro años en el gobierno.

La adecuada ordenación del tráfico urbano, el aparcamiento subterráneo, la apertura de nuevas calles y el cuidado del entorno medioambiental, no fueron más que vanas promesas para seducir a la gente en la conquista del voto.

Sin mencionar el tan anunciado control de los impuestos y la nueva política recaudatoria, que luego descubriríamos, por desgracia, en que consistía la novedad: seguir privatizando y subir los impuestos. Y el que dude de estas afirmaciones que mire los pasados recibos de la contribución. ¿Y recuerdan qué prometía a los ribadenses en su discurso de toma de posesión de la alcaldía? 'Un gobierno de diálogo, capaz de escuchar a todo el mundo'. Y la respuesta a esa promesa fue ignorar los clamores del pueblo, como hizo con el relleno del puerto o el famoso convenio de los funcionarios, o negarse a recibir a las asociaciones que representan a los vecinos.

A la promesa que hizo, en su discurso de investidura, de 'dejar de liquidar el paisaje y frenar el deterioro del patrimonio natural y cultural', su respuesta fue el apoyo a las piscifactorías en el litoral a costa del medio ambiente. Y el resultado de este apoyo vuelve a estar hoy de actualidad en los juzgados.

Su opción por un crecimiento urbanístico sostenible fue, también, clara y contundente en su discurso, cuando afirmaba que 'el bienestar no puede destruir la riqueza que nos legaron nuestros mayores'. 'Hay que evitar - repetía - que las playas, los montes, las labranzas, los prados y la ría se conviertan en una fuente de especulación a corto plazo'. ¿Y es eso lo que pretendía con su respaldo a las grandes urbanizaciones en el medio rural y con su apoyo a un urbanismo desaforado, en el que se prodigan especulativas alturas y en el que priva la permisividad por encima de todo? ¿O no es cinismo afirmar, como hizo en la prensa, que nuestra costa ya está protegida por Rede Natura y zona ZEPA, después de haber impulsado las piscifactorías en el litoral y el convenio urbanístico en O Costal? Todo esto, y mucho más, pasa, señores, cuando la memoria se pierde. Esperemos que no la pierdan los ciudadanos cuando, dentro de poco, depositen su voto en las urnas.-

José Mª Rodríguez

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