José María aproveita neste artigo as novas nos xornais sobre corrupción en Ribadeo para facerse eco delas, na mesma liña que viña mantendo en anteriores escritos.
Domingo, 13 de mayo de 2007
RIBADEO, UNA OLLA A PRESIÓN
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 20:54
La época de las elecciones es propicia para desvelar los trapos sucios, que los hay y muchos, que se esconden detrás de la gestión de muchos alcaldes. En Ribadeo empieza a salir a la luz lo que desde hace ya mucho tiempo se comentaba en los corrillos del pueblo, y que algunos ya conocían, sobre las andanzas urbanísticas que se traía entre manos el alcalde del PSOE. La noticia no es novedosa para aquellos que se preocupan de las andanzas de quienes gobiernan, pero sí para los muchos que viven en este pueblo y que sólo se dedican a ver melodramas televisivos.
Y con la noticia llegó el escándalo, acercando así, cada vez más, el fenómeno marbellí a Ribadeo. El alcalde de este concejo fue acusado de prevaricación y corrupción urbanística por sacrificar la legalidad en beneficio del que fue presidente de la agrupación socialista local y que hoy figura en la lista de ese partido a la alcaldía de Ribadeo. La acusación provino de un promotor de la villa, presidente de ACISA y del Club Náutico de la villa y ex responsable de la Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción.
Este supuesto delito de prevaricación urbanística y corrupción de que fue acusado el alcalde radica, según la acusación hecha pública, en amparar y favorecer la construcción ilegal de un edificio en el que tiene propiedades el ex presidente del PSOE de Ribadeo, el Sr. Conde Vales, su jefe y mentor en las pasadas elecciones municipales y candidato, también, él mismo, a la alcaldía, tanto en las elecciones de entonces como en las actuales. Fue acusado, asimismo, el alcalde de revelar el contenido del Plan de Urbanismo, que estaba entonces en elaboración, y que era por lo tanto secreto, para que esta irregularidad pudiera llevarse adelante, con la esperanza de legalizar este edificio después, con la entrada en vigor del Plan mencionado. Y ante estas graves acusaciones surge una pregunta: ¿Qué buscaba el Sr. Conde Vales al integrarse en la vida política de Ribadeo? Ni más ni menos que incrementar, según la acusación, quebrantando la legalidad urbanística, sus propiedades en 6 viviendas, 6 garajes, 3 trasteros y un bajo comercial. Durante más de dos años se mantuvo el alcalde mirando para otro lado, haciendo caso omiso de las advertencias que se le hacían, para facilitar con su actitud tolerante este quebranto de la legalidad. Y lo que ahora cabía esperar del alcalde, como única solución honrosa ante tan grave acusación, era la denuncia inmediata en el juzgado, en vez de tratar de desmentirlo en la prensa con argumentos que a nadie convencen. El no haberlo hecho así sólo quiere decir que el asunto está muy turbio y que el Sr. Cao tiene razón. Y la pregunta surge inevitable. ¿Qué papel desempeñó la oposición, cuya labor se supone que debía de ser el ejercicio del control de la gestión del alcalde en nombre del pueblo? ¿En dónde estaba la oposición cuando esto ocurría para que tuvieran que ser los ciudadanos de a pie los llamados a denunciar estos hechos? La oposición, cómplice por omisión, optó por el silencio.
Ante estos hechos, y dados los rumores que circulan en los corrillos del pueblo, cabe suponer que con esta denuncia pública estamos sólo ante la punta del iceberg de lo que pudo haber sido un permanente estado de presunta corrupción instalado en el concejo.
Los ciudadanos, que no votaron este cambio político para corregir el comportamiento del gobierno anterior sino para cambiarlo por algo distinto, se encuentran hoy frustrados y defraudados. Y en todo este turbio negocio no está sólo el alcalde. Hay un responsable político subsidiario: el BNG que, después de haberlo apoyado durante cuatro años en el gobierno, pretende ahora desentenderse del caso, lavándose las manos como Pilatos. Se espera que la justicia tome cartas en el asunto y reponga la legalidad quebrantada, descubriendo a los demás implicados en esta trama, si es que los hay, y aplicando la ley a los culpables e infractores.
Corren malos augurios para el futuro de Ribadeo. Las elecciones están a la vuelta de la esquina. No se vislumbra esperanza en el horizonte. Parece que la corrupción, más o menos disimulada, se ha instalado en el palacio de Ibáñez. Las dotes que se supone que ha de tener un buen gobernante no parecen florecer en los candidatos que se presentan a la alcaldía. Pero, un pueblo adormecido en el estado de bienestar, producto de los dineros que vienen de Europa, que se limita a ver los melodramas televisivos, ¿merece otra cosa?-
Ningún comentario:
Publicar un comentario