Fala José María nesta nova 'crónica ribadense' de percepciónsobre os aconteceres, mantendo a vista en que a dirección deses aconteceres é política.
Sábado, 06 de octubre de 2007
PUEDE QUE SEA LEGAL, PERO NO ES ÉTICO
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 17:24
Acaba de saltar a los medios la noticia del nombramiento de un concejal del gobierno local de Ribadeo, como asesor del delegado de deportes de la Diputación Provincial de Lugo. El nombramiento conlleva, al parecer, la dedicación exclusiva para este cargo y la percepción de retribuciones con cargo, también, a la citada Diputación. Nada que objetar, hasta ahora, a esta maniobra, pues parece que está de moda que los titulares de los cargos se rodeen de asesores. Así es como lo tienen montado. El problema surge cuando el propio interesado informa en los medios que este nombramiento le dará la oportunidad de dedicarse a trabajar para el ayuntamiento de Ribadeo con mayor intensidad y dedicación. Lo que está claro, pues, es que estará trabajando para el ayuntamiento de Ribadeo, pero cobrando de la Diputación de Lugo. Estos son los nuevos cargos virtuales que los partidos, sin distinción alguna, se inventaron para sus maniobras políticas.
La intensa campaña desarrollada, tanto por el PSOE como por el BNG, en las pasadas elecciones municipales contra las Diputaciones Provinciales, poniendo en tela de juicio, quizás con razón, tanto su existencia, como su necesidad y criticando duramente su utilización despótica y caciquil por parte de sus anteriores gestores, nos lleva ahora, ante este hecho que acabo de relatar, a poner en tela de juicio y aun a repudiar las actitudes de los actuales gestores y su falta de ética política. Y viene a nuestra memoria aquella sentencia popular que dice que 'detrás de mi vendrá quien bueno me hará'.
Aquellas Diputaciones, antes tan criticadas, vuelven a estar ahora en el candelero y por los mismos motivos de antes. Si antes eran nidos de corrupción y nepotismo al servicio de ciertos intereses personales y partidistas, son utilizadas ahora por los nuevos gestores para encubrir parecidos intereses personales y también partidistas. Esta situación nos recuerda aquella de los antiguos gaiteiros de esta tierra, Os Valboas, que cuando se les agotaba su repertorio musical, se preguntaban: '¿Cal tocamos agora?' y respondían: 'A mesma, pro mais cargada de bombo'
Y lo que rodea de escándalo estos hechos es que no es este el único caso que se da en la Administración. Estos casos han llegado a generalizarse en la gestión pública sin ningún tipo de escrúpulo y con total impunidad. Son nombramientos virtuales a los que se acude para favorecer a ciertos amigos incondicionales o disimular y financiar otras actuaciones partidistas menos nobles y que con este subterfugio se pretende revestir de cierta legalidad. Legalidad, por otra parte, que presenta serias dificultades para ser aceptada por la conciencia del pueblo. Y en todo caso, como decía Séneca 'quod non vetat lex, hoc vetat fieri et pudor'. Por muy legales que sean, - que es dudoso - no son éticas.
Y mientras los lectores reflexionan sobre lo anterior, paso ahora a otro tema que también es noticia para los ribadenses. Nos informa la prensa estos días de la finalización de las famosas obras de la unión del Cantón de los Moreno con el parque, verdadero broche de oro que puso fin a las actividades de la Gerencia de Dinamización Turística. Unas actuaciones, más o menos discutibles, pero que dejaron a Ribadeo con otra calle cerrada a la circulación. Una línea de actuaciones que estuvo de moda en los últimos tiempos en detrimento de la fluidez del tráfico y de espacios para aparcar. Una simple mirada al conjunto de esta obra basta para que uno se pregunte qué sentido tiene ahora la conservación de la antigua valla que servía de cierre al Cantón. Sólo un testimonio para la historia. El nuevo espacio adquirido a costa, repito, de esa calle forma ahora toda una unidad que está pidiendo a gritos la supresión de esa valla que separa los dos espacios. Se ha creado una nueva reestructuración del entorno que rompe los esquemas tradicionales y nos coloca ante una nueva situación. Y por si esta apreciación fuese equivocada, invito a los ribadenses a darse una vuelta por allí y manifestar su opinión.
En otro orden de cosas, voy a referirme a la notoria labor que desde hace ya tiempo desarrolla en el ámbito que le es propio la concejalía de cultura del concejo de Ribadeo. Nos sorprende continuamente con grandes programas culturales y actividades dedicadas en su mayor parte al colectivo infantil que, hay que decirlo, merecen todo respeto por lo que representan y por la abnegada dedicación de la concejala de la cosa. Pero se tiene la impresión de que la actividad cultural está perdiendo ciertas cotas de más alto nivel que ya eran tradicionales en Ribadeo. ¿No estará el concejo usurpando, a costa de otros colectivos, actividades que son más propias de la labor escolar? ¿No se está trasladando al concejo una labor que incumbe mas bien a los colegios, olvidando metas más altas?-
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