Decepción. Quizáis esa sexa a palabra que resume a visión de José María sobre un novo período de mando no concello, tras sacar a revisión varias cousas.
Sábado, 26 de enero de 2008
QUO VADIS, RIBADEO?
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 10:55
Tengo la sensación de que los destinos de nuestro concejo llevan ya varios años dirigidos por manos mediocres y aun negativas. Las nobles motivaciones que antes despertaban la vocación de los candidatos a la alcaldía se han ido poco a poco deteriorando. Han convertido el concejo en el punto de apoyo de Arquímedes para, como un trampolín, alcanzar sus objetivos particulares. Y la sucesión de esta serie de alcaldes que últimamente nos han gobernado han hecho que Ribadeo, como nos recuerda Victor Moro en algunos de sus comentarios, fuese poco a poco perdiendo el empuje, el nivel y el rango administrativo que había tenido en tiempos pasados. Dice el sabio refrán popular español que 'un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero'. Los grandes patrimonios no suelen surgir de repente. Suelen ser, casi siempre, el resultado de los pequeños y diarios esfuerzos de ahorro que los buenos gestores practican en la administración de la hacienda.
La gestión de despilfarro económico que estamos viviendo desde hace unos años en nuestro concejo camina por derroteros en los que el dinero procedente de nuestros tributos se derrocha alegremente en actuaciones muchas veces superfluas e innecesarias. Actuaciones destinadas a la promoción personal de ciertas personas y a promocionar su estatus social y su imagen política a costa de unos contribuyentes enfermos de pasotismo. Y cuando parecía que esta conducta se iba, por fin, a ver superada nos encontramos ahora con que se opta por continuar por los mismos derroteros de siempre. Y ante estos hechos que estamos viviendo cabe preguntarse, ¿hacia dónde va Ribadeo por este camino?
¿Qué otra cosa es, si no, echar mano de los fondos de tesorería para pagar los gastos de una plaza de secretario particular del alcalde cuando el trabajo a desarrollar es el mismo que el que tuvieron los anteriores alcaldes? ¿Cómo se puede justificar la contratación de asesores privados cuando ya dispone el concejo de un secretario magníficamente pagado?
¿Y qué decir de la creación de un gabinete de prensa para el concejo de Ribadeo cuando las circunstancias actuales no son distintas de las que tuvieron las anteriores corporaciones? ¿O es que, acaso, está Ribadeo necesitado de publicar y dar a conocer a los futuros votantes la buena gestión que ahora se hace? Porque lo más grave de todas estas innovaciones innecesarias es que van a quedar para siempre gravando el futuro económico de nuestro concejo. Y como aconsejaba el gran pensador inglés, Guillermo de Occam, non sunt multiplicanda entia praeter necessitatem, es decir, no se han de crear nuevas situaciones sin necesidad. Pero los que ahora se dedican a vivir de la política, que no para la política, no dudan en utilizar nuestros recursos para solucionar su vida a costa del pueblo, sin importarles las consecuencias.
Las consecuencias de esta actitud son que nuestro concejo seguirá eternamente endeudado, con una tesorería arruinada y sin capacidad económica para afrontar los retos que la vida nos irá exigiendo, como ya pasa actualmente con algunos servicios. Véase sino, a modo de ejemplo, la necesidad a la que nos enfrentamos ahora de disponer de un aparcamiento subterráneo y la imposibilidad de sacarlo adelante por carecer de recursos.
Y aún así, ante esta lamentable situación que estamos viviendo, ¿hay esperanza de futuro para Ribadeo? Creo que si, porque los vecinos están cada vez más asqueados de esta forma de gestionar los recursos del concejo. Y eso es buena señal. Porque, a pesar de estas deplorables situaciones, la mayoría de las personas no deja de confiar en la bondad fundamental de la vida. La gente se levanta por la mañana, va a trabajar, lucha por su familia, procura vivir con un mánimo de decencia y acepta los sacrificios en función de los valores en los que realmente cree. Y todo esto lo hacen, escarmentados y desilusionados, de espaldas a los políticos en los que ya nadie cree, sean del signo que sean. Es necesario que el pueblo despierte para imponer a sus gobernantes un cambio de rumbo hacia la honestidad, la austeridad y el ahorro en la gestión del concejo. -
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