Ante un cambio de goberno na Xunta, José María arrecia. Con algo de esperanza, pouca: tamén el se equivoca ó tela... Servirá de algodiante das eleccións que veñen?
Sábado, 07 de marzo de 2009
RIBADEO FRENTE A LA NUEVA SITUACIÓN POSELECTORAL
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 12:46
¡Son las malas pasadas de la política! La tan temida y anunciada abstención se tornó en un formidable castigo contra quienes menospreciaron la madurez del pueblo gallego. Unos, los que prometían hacer tabla rasa del tan acreditado caciquismo de la derecha y gobernar para el pueblo y con el pueblo cayeron en los mismos errores y vicios contra los que en su día lucharon y prometieron combatir. Pero la política que impulsaron desde el poder no era el cambio que prometieron y que el pueblo esperaba. Deslumbrados por el brillo del poder se desviaron de su camino y se dedicaron a cometer, aumentados, los mismos errores que el pueblo había castigado en los anteriores gestores: continuaron con la misma política de enterrar el sudor de los contribuyentes en el monte Gaiás, persistieron en convertir las Diputaciones en los chiringuitos de sus amigos para mandarlos de vacaciones a Uruguay, siguieron aumentando los sueldos y pluses salariales de los altos cargos, continuaron con la creación de asesorías para premiar a sus incondicionales, despilfarraron el dinero público en lujosas exhibiciones y un largo etcétera de otras actuaciones impropias de una ética socialista si es que alguna vez la tuvieron. En una palabra, se dedicaron a repetir en la Xunta, salvatis salvandis, los mismos errores que otrora cometieran en Ribadeo en tiempos del gobierno de Pérez Vacas. Se aficionaron a la opulencia y a la riqueza e ignoraron los clamores del pueblo. Y los otros, con la misma música monocorde de siempre, olvidando aquello de que “París bien vale una misa”, tensaron demasiado las cuerdas e intentaron imponer a la sociedad su modelo nacionalista y su sectarismo cultural, metiendo Galiza y galescolas a golpe de calzador, ignorando la pluralidad ideológica del pueblo gallego. Y la estrechez del zapato que le ofrecían al pueblo hizo ampollas en los pies de la gente. Carecieron de pedagogía política. Utilizaron a los pensionistas y dependientes para sus fines. Se dedicaron a defender sus respectivos intereses partidistas en vez de dedicarse a trabajar al unísono y honestamente en una política de progreso. Y el pueblo, llegada su hora, en una lección magistral de madurez les dispensó el rechazo que merecían.
¿Habrá acertado el electorado esta vez en el cambio? El pueblo ya aprendió el camino. Si los elegidos ahora olvidan esta lección magistral el pueblo no dudará en corregir nuevamente la situación. La mayoría de edad de la nueva generación irmandiña empieza a triunfar sobre el ancestral servilismo mantenido frente a la clase política.
Los ahora elegidos para gobernar necesitan una profunda transformación para cambiar sus viejos hábitos. Quien está llamado a servir no puede hacerlo desde la ostentación y la prepotencia, desde la oligarquía, el lujo y el afán de riqueza. El servicio ha de hacerse desde la humildad y la austeridad buscando el bienestar del pueblo a quien ha de servir en vez de servirse de él. El nuevo gobierno del PP debe aprender de esta pasada lección. Parece esperanzadora la noticia de que el nuevo presidente se propone poner a dieta a la obesa administración de la Xunta. Esperemos que dentro de cuatro años no se les pueda decir a los que ahora cesaron aquella frase que, ante el desastroso sermón de un predicador, pronunció aquel viejo Maestrescuela de la Catedral de Mondoñedo dirigiéndose a un compañero que tampoco destacaba por su oratoria: “Noraboa, amigo, que xa hai quen o fai peor ca ti”.
Muchos se preguntan ahora, y no sin razón, sobre las incidencias que este cambio en la Xunta puede tener para el concejo de Ribadeo. Estamos acostumbrados a ver cómo los gobiernos dirigen los recursos públicos hacia los concejos gobernados por sus afines, mientras ignoran a los que están en manos de la oposición.
El concejo de Ribadeo, tiene abiertos en este momento muchos e importantes frentes, que omito relacionar, obra del trabajo y esfuerzo del alcalde actual. Con sus aciertos y errores, su dedicación y trabajo ha abierto un camino de desarrollo y progreso para Ribadeo que no debe verse interrumpido. Confiamos que las promesas de imparcialidad de nuestro nuevo presidente, Sr. Feijoo, hombre de formas sencillas y decisiones firmes, que promete gobernar para todos, sin favoritismos ni predilecciones, no perjudiquen ni interrumpan estos importantes proyectos, si son positivos para nuestro concejo, que de alguno tengo muy serias dudas.
Espero y deseo que también el alcalde, aprendiendo de esta pasada lección, se someta a una sincera autocrítica para que, aparcando el calzador y superados los fanatismos sectarios, dirija toda su acción de gobierno a servir únicamente los intereses generales de Ribadeo, sabiendo que la sociedad ribadense también es plural.-
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