Ás presas polas circustancias particulares de hoxe, deixo neste día aniversario do pasamento de José María unha nova entrada do seu blog.
Sábado, 21 de marzo de 2009
TEMAS RIBADENSES
• Publicado por jmrd_ribadeo a las 9:47
Fifty – Fifty. El guarismo sagrado del feminismo. La reivindicación sobre la igualdad de sexo sigue intensificando la lucha de las feministas. Y yo les apoyo en su contienda, aunque lo hago con ciertas reservas, consciente de que hasta ahora nos ha ido muy bien con las diferencias que compartimos. También en nuestro concejo de Ribadeo el feminismo se ha hecho un hueco para reivindicar la igualdad de sexos hasta en los nombres del callejero. Y tienen razón las autoras de esta demanda social. Son demasiados los nombres masculinos que ocupan los callejeros de nuestra villa en detrimento del nombre de las muchas y destacadas mujeres merecedoras de figurar en las placas de las esquinas de nuestras calles y plazas. Hasta el mismo santoral está lleno de ilustres nombres de santas tan merecedoras de figurar en nuestro callejero para neutralizar el machismo que impusieron los santos varones. En esta lucha por la igualdad, la Concejalía Municipal de la Mujer exhorta al Consejo Municipal de las Mujeres a presentar candidatas para bautizar nuestras calles con sus nombres y combatir así tamaña injusticia. “Temos que ser iguais en todo”, les decía la concejala en su exhorto. Ahora, con las resoluciones del último Pleno Municipal, que recogió sus propuestas aceptando asignar calles a Amadora Suárez Couto y a Ernestina Mansilla, sus deseos empiezan a verse cumplidos. Esta aspiración tendrá sin duda continuidad, pues candidatas a estos puestos seguro que hay, aunque sólo sea para alcanzar el tan deseado objetivo del fifty – fifty.
Hay otra cuestión digna de destacar en las últimas actuaciones municipales por lo que tiene de previsora. Aquí, con muy buen tino y acierto, se ha adelantado el alcalde a los acontecimientos, que es la única forma de prevenir las desgracias. El acueducto que surte de agua a Ribadeo está en peligro. Los árboles que crecen en las proximidades del acuífero pueden acabar rompiendo las tuberías y dejar a Ribadeo sin agua. Por eso, en una sabia actuación, se dispone el alcalde a tomar las medidas oportunas para evitar que esto ocurra, como está ocurriendo en los castros de nuestro concejo con las plantaciones de eucaliptos. Se pondrán en marcha actuaciones de limpieza en todo el recorrido de la traída de aguas, para evitar su rotura. Ser previsor y diligente puede evitar grandes catástrofes. ¿Se imaginan Vds. cómo sería la vida en Ribadeo si quedara un día sin agua?
Hay otro tema, y no de menor importancia, que trae de cabeza a un numeroso grupo de vecinos en nuestro concejo. El oscurantismo que rodea el proyecto de conducción eléctrica a la futura subestación, que levantó ampollas en el asustado vecindario rural por su secretismo, sigue sin aclararse. A las protestas y acusaciones en los medios por la falta de información en la que se mantiene a la población afectada se suceden ahora las denuncias a la UE. Los ánimos están encrespados contra el regidor y la verdad es que no les falta razón, pues tuvieron que gestionar ellos mismos el acceso al expediente sobre el trazado de alta tensión. Un trazado que discurre alejado de las viviendas, aunque para ello tuvo que hacer significativos y sospechosos quiebros en su recorrido. Los afectados están decepcionados con el alcalde. Y no se contentan con la promesa que les hizo de exigir a las empresas el cumplimiento de la legalidad del trazado, cuando eso es algo que se da por supuesto, faltaría más, y que, como todo el mundo sabe, cualquiera puede exigirlo, sin la ayuda del regidor.
No descansa, tampoco, el concejo en su tarea de contribuir a mejorar la salud de los ciudadanos, unas veces con talleres de risoterapia o de gimnasia, otras con los de taikondo o de pandereta. Estos días ha reanudado sus actividades el taller de relajación para bebés, promocionado por el Centro de Información a la Mujer. Una actividad dirigida a aliviar el estrés de nuestros bebés, que con tanta crisis en el ambiente están con los nervios a flor de piel. Se les da unas sesiones de masaje y … a correr, hasta que pasen un par de añitos para volver a impartirles otro de maquillaje. Yo recuerdo cómo en mis tiempos de bebé, allá por los años cuarenta, nuestros abuelos, gente muy práctica, cuando nos veían estresado por el hambre de la posguerra nos hacían cosquillas y, santo remedio, no parábamos de reírnos y… adiós estrés. Nihil novum sub sole. Mira tú por donde aquellas viejas costumbres de entonces retornan, esta vez un poco más sofisticadas y con cargo a la administración, es decir, a nuestros bolsillos. Espero que los ciudadanos no se olviden de estos favores y sepan agradecerlo cuando llegue el momento, que sin duda llegará.–
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