Artigo de Víctor Moro publicado con motivo da S. Santa.
V.M., ao ser nomeado fillo predilecto. |
La polifonía religiosa era la manifestación de más categoría cultural
apoyada en las condiciones musicales de los ribadenses. Ya hay
antecedentes de coros religiosos en el siglo XIX cantando el MISERERE de
Cosme J. De Benito, que en los años veinte del siglo pasado
interpretaba un coro masculino de extracción popular dirigido por
Etelvino Méndez. Continuó en los años treinta bajo el mando del tío José
de la Torre (Bruno), que se autodefinía como “tenor por encima de los
tenores”. Este testigo coral pasó de generación en generación y hoy se
mantiene vigoroso confirmando la vocación polifónica de Ribadeo en su
más auténtica y permanente manifestación popular. El coro MISERERE ha
tomado carta de naturaleza entre nosotros. Sin olvidar los antecedentes
de D. Baldomero Latorre, Etelvino Méndez y Ramón Fuertes hasta D. Justo
Iribarren, el florecimiento musical en todas sus facetas se debe a
Carlos Álvarez Fernández Cid, (Carlitos Cid), que ya en 1934 con 16 años era
organista de la Iglesia y dirigía el coro parroquial. Heredero de la
veta musical de los Sotelo ribadenses aquí recibe sus primeras lecciones
de solfeo ya través del tiempo promueve coros, dirige la Banda de
Música, crea la Rondalla, la Agrupación Musical Ribadense y la Coral
Polifónica.
El PLORANS de Pacheco, un motete cantado en Mondoñedo en
Viernes Santo, lo sumó a las celebraciones ribadenses y lo dirigió por
primera vez en 1939 a cuatro voces mixtas y acompañamiento de una
pequeña banda de instrumentos de viento. La prensa local recoge en 1941
una reseña sobre la interpretación del PLORANS aquel Viernes Santo “bajo
la experta varita del inteligente músico Carlos Álvarez Fdez. Cid”.
La
polifonía religiosa en novenas, oficios y procesiones tiene larga
tradición. En 1945 Carlos Cid le da un nuevo impulso (coro y orquesta)
para interpretar por primera vez la misa solemne de Pablo Hernández a
tres voces mixtas. En esta Semana Santa se ofreció un repertorio musical
durante los siete días que culminó con el estreno de la misa de
Hernández el domingo de Pascua, amén del MISERERE, PLORANS y motetes
varios.
En 1954 recoge “La Comarca” una reseña del concierto ofrecido
en la parroquial por un “nutridísimo y afinado coro de señoras y
señoritas de la localidad, dirigido por D. Carlos Álvarez Fdez. Cid”
Vaticina esperanzado el cronista que con este coro “Ribadeo ha vuelto
por sus fueros” La Sociedad filantrópico-Dramática se suma a la creación
de una masa coral que se denominará “Coral Polifónica de Ribadeo”
integrada por sesenta voces mixtas con particular atención ala polifonía
de nuestro “Siglo de Oro”. Nuestro pueblo dice la Filantrópica, “posee solera artística y una gloriosa tradición en lo que a música
vocal se refiere” En las fiestas patronales de 1953 se estrenó la misa
HOC EST CORPUS MEUM de Perosi para órgano y polifonía. La misa de 1955
ya fue cantada por la recién creada coral, bajo la dirección de Carlos
Cid.
La Semana Santa de 1956 resultó musicalmente brillante por su
afinación y amplio repertorio que ofreció Jueves, Viernes y Sábado
Santos. Cantaron varias obras de polifonía religiosa, (Bach, Haendel,
Victoria) y concluyeron con la misa solemne del domingo de PASCUA. En
las Semanas Santas siguientes se cantaron en la iglesia parroquial las
obras citadas, sin olvidar el siempre presente MISERERE y en 1961 el
“ALELUYA” de EL MESíAS de Haendel al final de la misa del domingo de
Pascua que no sólo sensibilizaba a coro y orquesta sino también al
público que acudía masivamente a la parroquial. Se interpretaba
parcialmente la complicada misa de César Frank, completada con la
Primera Pontifical de Perosi. Destacaba el hermoso y difícil PANIS
ANGELICUS, de Frank.
Afortunadamente hoy cuenta Ribadeo con los
mimbres necesarios para tejer un renacimiento musical brillante. La
Banda Municipal que tantos avatares sufrió desde su creación está
consolidada. La Escuela de Música prepara una cantera prometedora y la
Coral Polifónica sigue siendo una brillante realidad. Contamos con los
medios musicales y corales para recobrar el esplendor polifónico de la
Semana Santa.
Además de mejorar los pasos procesionales y restaurar
las imágenes, lo que es posible con la ayuda de todos, Ribadeo debe
regresar a sus brillantes actuaciones corales, propias de un pueblo
sensible y culto. Estos atributos siguen vivos. Es cosa nuestra hacer
realidad, también cantando, aquello de que “los ribadenses de antaño
vuelven por su antigua
gloria”.
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