20231119

La polifonía religiosa

    Artigo de Víctor Moro publicado con motivo da S. Santa.

V.M., ao ser nomeado fillo predilecto.


La polifonía religiosa era la manifestación de más categoría cultural apoyada en las condiciones musicales de los ribadenses. Ya hay antecedentes de coros religiosos en el siglo XIX cantando el MISERERE de Cosme J. De Benito, que en los años veinte del siglo pasado interpretaba un coro masculino de extracción popular dirigido por Etelvino Méndez. Continuó en los años treinta bajo el mando del tío José de la Torre (Bruno), que se autodefinía como “tenor por encima de los tenores”. Este testigo coral pasó de generación en generación y hoy se mantiene vigoroso confirmando la vocación polifónica de Ribadeo en su más auténtica y permanente manifestación popular. El coro MISERERE ha tomado carta de naturaleza entre nosotros. Sin olvidar los antecedentes de D. Baldomero Latorre, Etelvino Méndez y Ramón Fuertes hasta D. Justo Iribarren, el florecimiento musical en todas sus facetas se debe a Carlos Álvarez Fernández Cid, (Carlitos Cid), que ya en 1934 con 16 años era organista de la Iglesia y dirigía el coro parroquial. Heredero de la veta musical de los Sotelo ribadenses aquí recibe sus primeras lecciones de solfeo ya través del tiempo promueve coros, dirige la Banda de Música, crea la Rondalla, la Agrupación Musical Ribadense y la Coral Polifónica.
El PLORANS de Pacheco, un motete cantado en Mondoñedo en Viernes Santo, lo sumó a las celebraciones ribadenses y lo dirigió por primera vez en 1939 a cuatro voces mixtas y acompañamiento de una pequeña banda de instrumentos de viento. La prensa local recoge en 1941 una reseña sobre la interpretación del PLORANS aquel Viernes Santo “bajo la experta varita del inteligente músico Carlos Álvarez Fdez. Cid”.
La polifonía religiosa en novenas, oficios y procesiones tiene larga tradición. En 1945 Carlos Cid le da un nuevo impulso (coro y orquesta) para interpretar por primera vez la misa solemne de Pablo Hernández a tres voces mixtas. En esta Semana Santa se ofreció un repertorio musical durante los siete días que culminó con el estreno de la misa de Hernández el domingo de Pascua, amén del MISERERE, PLORANS y motetes varios.
En 1954 recoge “La Comarca” una reseña del concierto ofrecido en la parroquial por un “nutridísimo y afinado coro de señoras y señoritas de la localidad, dirigido por D. Carlos Álvarez Fdez. Cid” Vaticina esperanzado el cronista que con este coro “Ribadeo ha vuelto por sus fueros” La Sociedad filantrópico-Dramática se suma a la creación de una masa coral que se denominará “Coral Polifónica de Ribadeo” integrada por sesenta voces mixtas con particular atención ala polifonía de nuestro “Siglo de Oro”. Nuestro pueblo dice la Filantrópica, “posee solera artística y una gloriosa tradición en lo que a música vocal se refiere” En las fiestas patronales de 1953 se estrenó la misa HOC EST CORPUS MEUM de Perosi para órgano y polifonía. La misa de 1955 ya fue cantada por la recién creada coral, bajo la dirección de Carlos Cid.
La Semana Santa de 1956 resultó musicalmente brillante por su afinación y amplio repertorio que ofreció Jueves, Viernes y Sábado Santos. Cantaron varias obras de polifonía religiosa, (Bach, Haendel, Victoria) y concluyeron con la misa solemne del domingo de PASCUA. En las Semanas Santas siguientes se cantaron en la iglesia parroquial las obras citadas, sin olvidar el siempre presente MISERERE y en 1961 el “ALELUYA” de EL MESíAS de Haendel al final de la misa del domingo de Pascua que no sólo sensibilizaba a coro y orquesta sino también al público que acudía masivamente a la parroquial. Se interpretaba parcialmente la complicada misa de César Frank, completada con la Primera Pontifical de Perosi. Destacaba el hermoso y difícil PANIS ANGELICUS, de Frank.
Afortunadamente hoy cuenta Ribadeo con los mimbres necesarios para tejer un renacimiento musical brillante. La Banda Municipal que tantos avatares sufrió desde su creación está consolidada. La Escuela de Música prepara una cantera prometedora y la Coral Polifónica sigue siendo una brillante realidad. Contamos con los medios musicales y corales para recobrar el esplendor polifónico de la Semana Santa.
Además de mejorar los pasos procesionales y restaurar las imágenes, lo que es posible con la ayuda de todos, Ribadeo debe regresar a sus brillantes actuaciones corales, propias de un pueblo sensible y culto. Estos atributos siguen vivos. Es cosa nuestra hacer realidad, también cantando, aquello de que “los ribadenses de antaño vuelven por su antigua gloria”.

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