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EL CONCEJO DE RIBADEO FRENTE A LA CRISIS. José María Rodríguez Díaz (2010)

    Achegándose as eleccións e poñendo a vista na economía do concello...

Viernes, 01 de octubre de 2010

EL CONCEJO DE RIBADEO FRENTE A LA CRISIS

• Publicado por jmrd_ribadeo a las 11:01

Las veleidades del actual regidor de Ribadeo relativas al funcionamiento económico del concejo, tanto en su gestión de personal como en servicios, son de sobra conocidas por todos. Hasta el punto de que uno de los nuevos candidatos y más madrugador al sillón consistorial señala ya, muy acertadamente a mi juicio, la peligrosa deriva de sus aventuras expansionistas con relación al personal del concejo. Cuando todos los ribadenses y toda la sociedad española tomaron medidas para reconducir y adaptar sus economías y sus gastos a estos graves tiempos de crisis que corren, el responsable de la administración del concejo se comporta como si nada pasara y promueve aumento de plazas de personal, lo que implican un grave aumento de gasto al que tendremos que hacer frente con nuestros impuestos, no sólo nosotros, sino nuestros hijos y nietos, imposibilitando además al concejo para poder hacer frente a otras necesidades prioritarias cuando se presenten. Justifican las nuevas convocatorias de personal en el hecho de que esas personas que aspiran a las plazas ya están trabajando en el concejo, en las subvenciones que aporta la Xunta y en el aumento de los servicios en estos últimos años. Pura demagogia cuando sabemos que nadie puede garantizar la permanencia de las subvenciones, ni que la función que esas personas hoy desarrollan sea necesaria mañana, ni que los servicios que tan alegremente se han creado se puedan mantener en el futuro.

Pero por si esto no fuera bastante, nos sorprende ahora una de las insaciables centrales sindicales de nuestro concejo, la CGT, con una nota aparecida en la prensa el día 27 de septiembre, reclamando al alcalde el aumento de contrataciones para el concejo y el reparto de una elevada cantidad de dinero, 68 000 euros, imprudentemente prometida por los políticos en aquellos tiempos pasados de abundancia, así como otros privilegios de los que no gozan el resto de los trabajadores y que implican, asimismo, un grave aumento de gasto en personal. Posturas ambas, tanto la del alcalde como la de la CGT, insensibles ante la situación real en la que todos nos encontramos, ante la situación gravemente endeudada de la economía municipal y de profundo desprecio, además, al resto de los trabajadores y de los vecinos de este concejo. No tomaron conciencia de la imposibilidad de continuar con un modelo de gasto público anárquico y desequilibrado con relación al resto de la ciudadanía y económicamente insostenible para el futuro. Y cuando otras administraciones se están apretando el cinturón, aquí sigue alegremente la fiesta, ajenos a aquella sentencia que aconseja que 'cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar'.

Todo este enorme endeudamiento superfluo e injustificado del concejo tendrá que ser algún día sufragado con el dinero de los contribuyentes, ya de por si depauperados, que habrán de pagarlo con sus propios recursos y menoscabo de su hacienda. La ejemplaridad social del concejo y de sus funcionarios brilla por su ausencia. Como el hijo pródigo de la parábola, malgastan la hacienda derrochando lujosamente sus caudales. Caudales que son del pueblo de Ribadeo. Es hora de acabar de una vez con todos los derroches de dinero invertido en vulgaridades y trivialidades en las que se tira el dinero a lo loco amparándose en la ignorancia o el pasotismo del pueblo respecto a cómo se utiliza nuestro dinero.

Y así nos encontramos instalados en un modelo de administración manirrota que se ha ido alojando en nuestro concejo a golpe de demagogia y ocurrencias de quienes hasta ahora lo administraron sin pensar en las graves consecuencias de sus actos. ¿Qué fue de aquél hermanamiento con un pueblo francés al que nada nos unía y que nos supuso tantos gastos? ¿Qué del viaje turístico de alto standing a Punta del Este, en Uruguay, que nos iba a aportar tanto turismo? ¿Qué le está aportando el ascensor panorámico de la Atalaya a Ribadeo? ¿Por qué se despidió a la profesora de la Escuela de másica, Elena López, sabiendo que tenía la plaza adjudicada con carácter indefinido, y que ahora hay que readmitirla y pagarle los salarios dejados de percibir o, en caso contrario, pagarle 28 000 Euros, más 9 meses de salario, por el despido? ¿Qué asesores laborales tiene el concejo para jugar así con nuestro dinero? Estamos ante una pésima gestión que en nada se distingue de la de los anteriores gobiernos. Como dice el refrán, con pólvora del rey cualquiera dispara.

Estamos a la espera de que los candidatos aspirantes al futuro gobierno de Ribadeo presenten sus programas, con los proyectos que tienen para diseñar el futuro de nuestro concejo. En ellos veremos sus intenciones y hasta qué punto se corresponden con la austeridad que, en nuestra opinión, necesita ser gobernado el concejo. Pero las amargas experiencias pasadas nos aconsejan mucha prudencia a la hora de prestar credibilidad a sus programas. Porque detrás de ellos se esconden, a veces, ocultas intenciones torcidas que debemos tratar de descubrir analizando las pasadas actuaciones de los candidatos. Descubriremos cómo bajo su nueva imagen se ocultan sus antiguos esquemas políticos, sus manías y sus intereses ocultos. Podremos descubrir, por ejemplo, cómo bajo las siglas del PSOE, el comodín de los ambiciosos, se esconde el BLOQUE de los resentidos dispuesto a recuperar el terreno perdido a causa de sus conflictos internos.

Especial atención merecerán sus propuestas económicas para la futura gestión del concejo. Una gestión austera, sobre todo en estos tiempos de crisis que corren y los difíciles que se avecinan. Es ahora el turno de los votantes que serán llamados a elegir a sus gobernantes. Porque, en realidad, no son los candidatos sino el propio pueblo el que entra en campaña para discernir entre los candidatos que se presentan al más idóneo para gobernar el concejo, y en consecuencia votarlo, o abstenerse si ninguno merece nuestra confianza.

José Mª Rodríguez


 

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